Margarita Lara Pertierra

alias Marga

Gijón
08-08-1935 - 07-12-2016
Margarita Lara Pertierra

Madre bendita, tu fuiste el amor y el centro luminoso de nuestra familia. Siempre estarás en el corazón de tus hijos y nietos, que jamás te olvidaremos. Allá donde estés mira por nosotros. Hasta siempre, madre del alma....


Biografía

Nació en Gijón, Asturias, en 1935. Su padre José Lara Martínez (1905-1962), fue maestro e influyó en ella, alentando su interés por la bondad y la justicia; su madre fue Margarita Pertierra Gatell.
-En plena Villa marinera llego a la vida, en una familia muy humilde, de escasos recursos vivían de lo que daba la tierra y algunos animales que criaba mi abuela.
-La casa era pequeña," la recuerdo perfectamente" tenía la parte baja y la parte alta que en aquellos tiempos se llamaba “ la sala” allí estaban las camas de los hijos, mi madre, mi tío y mis dos tías, en la parte baja había una habitación pequeña, con su cocina de leña donde se hacía la comida, unas tinajas para guardar el agua de lluvia, un candil y poco mas.
-Mi abuelo se llamaba Francisco nosotros siempre le decíamos “ el papá Isco” trabajaba de sol a sol en la tierra, era un hombre muy flaco pero muy cariñoso y bueno.
-Mi abuela se llamaba María, una mujer algo rara, fuerte, luchadora, trabajadora pero muy poco cariñosa. Mi abuela cuidada la casa, trabajaba en la tierra, criaba animales para vender y sacar algunos céntimos que mucha falta les hacía. En realidad trabajaba tanto que poco tiempo le quedaría para mimos.
-Era una época muy difícil, recuerdo que me contaron que cuando empezó la guerra civil española, mi abuela escondió a mi abuelo debajo de un zarzo para que no se lo llevaran. Era una mujer con mucho carácter.
-Me contaba mi madre que de pequeña iba a la escuela a veces, pero antes tenía que ir a trabajar un rato a la huerta y pastorear a los pavos para que comieran. Aprendió a leer y escribir pero de aquella manera, pero siempre se defendió bien.
-Se comía lo que se podía, con una pata de pollo, dos kilos de patatas y cuatro garbanzos, se hacía un cocido buenísimo, para chuparse los dedos…..
-Una anécdota que se contó muchas veces en mi casa de esta época. Mi abuela iba hacer la cena, unos huevos fritos con tres huevos comían los cinco, mi madre le dijo a mi abuela que ella quería el huevo pasado por agua, claro esta para comérselo ella sola, la pobre se llevo una paliza. Y es que como siempre se ha dicho el hambre agudiza el ingenio, pero el ingenio le paso factura.
-De mayor y todavía soltera, mi madre trabajaba de recovera y os preguntaréis- ¿qué eso?- Pues consistía en vender los pollos, pavos, gallinas y conejos que criaba mi abuela, ella iba por los mercados de los pueblos. Y todos estos trayectos por supuesto los hacía andando y bien cargada. (Bien se gana el pan que mi abuela amasaba) hasta Oviedo iba a vender, allí iba en el tren, en uno de esos viajes conoció a mi padre que también era un trapicheante de harina, el trabajaba en un molino. Me decía que era muy guapo, un poco señorito, se había criado de otra forma, el era de Grado, de una familia más pomposa pero ya en aquella época sin un duro..
-En Gijón, ciudad que siempre le gusto mucho a mi padre, como he dicho se conocieron y se enamoraron.- El día de San Antón mi madre se fue con el novio y poco después se casaron. De esa unión nacieron tres hijos Julia, Manuel Enrique y Mari luz con uno siete u ocho años de diferencia. Cuando yo nací mi hermana ya tenía novio.
-Mi madre mujer muy valiente, decidió irse Alemania allí había más trabajo y mejor remunerado que en España. Así estuvo unos cinco años, en un viaje de aquellos la acompaño también mi padre, pero cayó enfermo y no volvió a ir más. -La enfermedad de mi padre nos marco mucho a todos pero sobretodo a mi madre, que vivió entregada a él en todo momento.- Ella cogió el timón de la familia, tuvo que olvidarse de sus sentimientos y tirar hacia delante, siempre llevo una vida dura mucho trabajo y mucha responsabilidad.
-Cuando volvió todo fue mejorando, gracias a su sacrificio, modificaron la tienda paso a ser una zapatería.
-Mi madre era una mujer alta, fuerte y de muy bien ver, muchas veces me lo han dicho que sus piernas eran las más bonitas de Beniel.
-Hubo años muy buenos, ella llevaba la tienda, mi padre hacía mercados mi hermano le ayudaba, mi hermana ya estaba casada y yo vivía en Oviedo con mi madrina, venía los fines de semana y en vacaciones.
Ella vivió para sus hijos y su marido que fue su vida, daba mucha alegría verlos juntos como se buscaban el uno al otro, sobretodo mi padre que era un hombre muy cariñoso.
Recuerdo que cuando entraba a mi casa, si no la veía preguntaba por ella- ¿Dónde está la mamá?- Y ella estaba dentro, le encantaba abrazarla y jugar con ella,- Ella como era un poquito mas fría se quejaba, pero en el fondo le encantaba. -Vivió por él y para él siempre. ¡Y de hecho cuando él murió a los 68 años, muy joven todavía, se derrumbo de tal forma que nunca fue la misma!.¡ Perdió su gran amor y parte del interés de seguir luchando!.- Nunca la oí quejarse hasta ese momento de ningún dolor.
-A partir de entonces centro su vida en sus hijos y sus nietos a los que ayudo muchísimo y creo que vivió incluso sufriendo mucho para seguir ayudándonos.
-Le alegraron mucho la vida sus nietos a los que les hacía la comida, recogía del colegio y cuidaba.
-En rasgos muy generales y bajo mi perspectiva esta fue su vida- Murió el 7 de Diciembre de 2016, murió una mujer muy grande, valiente, luchadora, generosa, buena, MI MADRE, A LA QUE SIEMPRE ADORARÉ.